martes, 24 de julio de 2012

Yo vivía de sonrisas.

Una sensación que te abrasa por dentro. Gritando desde ese pequeño rincón que desea salir, algo tan gigantesco escondido en un cuerpo tan minúsculo en su comparación. No hablo más que del alma de cada uno; alma, persona, esencia, espíritu, sentimiento, entrañas, corazón. Yo no era nadie, mi cuerpo se moría día a día y no me quedaba más que orgullo para poder salvarme de aquello. No se si era la música la que me cantaba o la misma vida la que lo estaba haciendo. Había tocado fondo, pero esta vez era diferente. Si lo había hecho no era más que para coger impulso.


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