Llovía, algo que no ocurría en bastante tiempo. El olor a tierra mojada se mezclaba con el del coche ya viejo y usado. Recordaba como los abrigos de mi padre también tenían ese aroma, a campo, a vida. Quizás me había salvado de morir ahogada por mis lágrimas bajo la lluvia, o quizás solo me había dado un empujoncito hacia el dolor. Paramos en la finca y allí sentados sin cruzar palabra nos mantuvimos durante un rato. Se veía el pueblo y las hogueras de la sierra, los focos estaban encendidos y el invierno seguía apoderándose de todos nosotros. Sentía como mi vida era diferente, como yo misma me iba alejando de mi. Quería cambiar, evadirme de todo, desparecer, quizás.
Me encanto tu blog!!! :D Te espero por el mio :)
ResponderEliminarMe gusta tu blog y por eso te sigo, ahora te espero en el mio para que me des tu opinión :$ un besico
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