jueves, 19 de enero de 2012

Llovía, algo que no ocurría en bastante tiempo. El olor a tierra mojada se mezclaba con el del coche ya viejo y usado. Recordaba como los abrigos de mi padre también tenían ese aroma, a campo, a vida. Quizás me había salvado de morir ahogada por mis lágrimas bajo la lluvia, o quizás solo me había dado un empujoncito hacia el dolor. Paramos en la finca y allí sentados sin cruzar palabra nos mantuvimos durante un rato. Se veía el pueblo y las hogueras de la sierra, los focos estaban encendidos y el invierno seguía apoderándose de todos nosotros. Sentía como mi vida era diferente, como yo misma me iba alejando de mi. Quería cambiar, evadirme de todo, desparecer, quizás.


2 comentarios:

  1. Me encanto tu blog!!! :D Te espero por el mio :)

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  2. Me gusta tu blog y por eso te sigo, ahora te espero en el mio para que me des tu opinión :$ un besico

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