jueves, 10 de noviembre de 2011

Busco sentimientos sin fechas de caducidad.


Estados de ingravidez de mi mente, en los que ya no me importa ni nada ni nadie, ni fecha ni hora, ni sonrisas ni lágrimas, ni perdones ni te quieros. Quiero evadirme un poco, dejar de ser. Dejo de pensar, de nada sirve. Las páginas de este libro están más quemadas que mi corazón y mi cigarro consumido por el silencio que se ha quedado en esta sala con ausencias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario